Tiene la tasa más alta de endemismo de cualquier región equivalente en el mundo, con más de 1.700 hectáreas de arrecifes de coral vivos dentro del Parque.
«Un obstáculo para la conservación de Coiba es que las personas no saben lo que tenemos aquí»
Durante muchos años, la isla de Coiba fue un enigma para los panameños y más allá. Esto se debió principalmente a la historia de la isla como una temible colonia penal (1918-1991). Hoy, sin embargo, las circunstancias son bastante diferentes, se ha convertido un un paraíso natural y refugio para lo que ahí viven.
Los estudios botánicos y de vida silvestre han enseñado que Coiba es el hogar de muchas especies raras y endémicas, y seguimos descubriendo nuevas especies en la isla, muchos grupos de mamíferos y aves. Es el hogar de uno de los últimos y más grandes grupos del guacamayo escarlata y el sitio de anidación del raro e ilusorio águila crestada.
El Parque Nacional Coiba todavía tiene aproximadamente el 85% de su área intacta, sin intervención humana; es un bosque primario tropical, muy húmedo y rodeado de manglar, con aproximadamente 240 km de costa y regado por una extensa red de ríos, el más grande de los cuales tiene 23 km de largo. Sus extensos y antiguos bosques de manglar es el hábitat ideal para caimanes y una gran cantidad de grandes cocodrilos americanos.
Para los observadores de aves, la Isla de Coiba ofrece 97 de las 147 especies de aves que se encuentran en el Parque Nacional Coiba. La Isla de Coiba es un refugio para las águilas crestadas y el guacamayo escarlata, aves que prácticamente han desaparecido del resto de la República de Panamá. Coiba también ofrece 20 especies de aves endémicas, incluida la Coiba spinetail.
Otras especies locales incluyen la isla Coiba Agouti (Dasyproctae coibae), el Mono aullador con capa, un tipo de zarigüeya y un ciervo de cola blanca. Más de 30 variedades de murciélagos tienen a Coiba como su hogar.
Sus espectaculares playas solitarias son algunos de los últimos hábitats de anidación protegidos para las tortugas marinas en Panamá, incluidos los sitios de anidación de la tortuga baula gigante y casi extinta del Pacífico.
Las aguas tranquilas alrededor de estas islas volcánicas revestidas de selva ofrecen algunos de los mejores lugares de buceo del mundo. Por su abundancia de fauna marina única y el arrecife de coral más grande en el Pacífico oriental.
Sus aguas están llena de grandes peces y «muy grandes», son vistos muy frecuentemente. Las ballenas jorobadas, cachalotes y las piloto migran a través del parque. Las Orcas y el tiburón ballena se pueden ver en ciertas épocas del año también. Los delfines y las mantarrayas se encuentran durante todo el año, incluso haciendo snorkel. Se han registrado un total de 760 peces y 33 especies de tiburones. El tiburón de arrecife punta blanca junto con el Tigre, Toros, Martillos, el tiburón punta negra y los Galápagos son comunes, junto con Meros Gigantes, Amber Jack e impresionantes pargos Cuberas, así como tres especies de tortugas.
Hay pocas especies diferentes de corales duros y blandos. Sin embargo, estos son abundantes en muchos sitios. Entre las formaciones rocosas, la diversidad de la vida continúa, Caballos de mar, agujas, el curioso pez sapo, entre otros, así como muchos tipos de anguila casi todos los colores, desde Starry Moray’s hasta Giant Green Morays.
El Parque Nacional Coiba se ubica como una de las áreas protegidas más importantes de la República de Panamá. Debido a su alto nivel de biodiversidad, variados ecosistemas y especies no se encuentran en ningún otro lugar. Coiba se convierte en un santuario ambiental para el mundo en general.
Debemos crear conciencia sobre Coiba como un tesoro nacional dentro de Panamá e internacionalmente para garantizar su protección continua a largo plazo.