La mayoría de las personas tienen mascotas como perros o gatos, otras buscan aves exóticas, peces de colores, y los más atrevidos tienen grandes felinos. En el Parque Nacional Coiba, nos encanta ser especiales y adoptamos un cocodrilo americano muy salvaje.
Sobre el Parque Nacional Coiba
Isla Coiba forma parte del corredor marino del Pacífico tropical oriental, un espacio de océano vital para las especies marinas migratorias, como las ballenas jorobadas y los tiburones martillo. Es un lugar deshabitado, con una multitud de criaturas muy salvajes, de ahí su singular belleza.
Cientos de playas vírgenes en su propia pequeña isla privada, harán que su día sea inolvidable. Sorpréndase con un grupo de juguetones delfines u observe cómo una ballena jorobada salta en el agua, muy cerca de usted.
Pero no siempre fue el paraíso turístico que es hoy, hace mucho tiempo la isla era muy temida, era la casa de peligrosos delincuentes, que eran enviados allí para cumplir su condena o simplemente para desaparecer de la sociedad.
Desde 1919 y durante casi un siglo, la mayoría de los más de 3.000 presos de la isla no estaban encerrados tras las rejas de hierro de la prisión. Entonces, ¿por qué no escapaban?
La isla con una selva impenetrable, repletas de serpientes mortales, cocodrilos gigantes custodiaban la desembocadura de los ríos y las playas, eran un impedimento natural para escapar. Si un fugitivo llegara más allá de la jungla, tendría que enfrentarse a las poderosas corrientes marinas y las aguas repletas de tiburones. no había esperanza de escapar de Coiba.
Coiba se Transformó del infierno a un Paraíso
Cuando la prisión cerró en 2004, todos los prisioneros abandonaron la isla, y esta conviertió en un santuario natural, el parque nacional más grande de Panamá y hogar de las últimos bosques húmedos en el Pacífico Centroamérica, también fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La selva húmeda de la isla Coiba posee una gran variedad de aves, mamíferos, reptiles y plantas endémicas. Incluye alrededor de 760 especies de peces marinos, 33 especies de tiburones, más de 20 especies de cetáceos, 36 especies de mamíferos terrestres, alrededor de 147 de aves y más de 40 anfibios y reptiles.
Conoce algunas de las especies que tenemos en el Parque Nacional Coiba, presiona aquí.
¿Quién es Tito?
Aún hoy día, los cocodrilos siguen deambulando libres por la Isla, Tito es uno de ellos.
Tito es la famosa mascota de Isla Coiba, es un residente cocodrilo americano. Imagínate, una linda mascota como un gran dinosaurio que mide más de 3 metros y pesa unos 200 kilos.
Ha vivido en la isla por más de 25 años, como nuestra mascota, ahora es casi inofensivo. Está acostumbrado a la gente y los turistas, se puede decir que es bastante amigable.
Tito tiene su propia playa privada, en la parte trasera de la estación de guardabosques en Playa Gambute.
Está mimado por los guardaparques, que generalmente le dan espinas de pescado y restos de pollo. Cuando los guardaparques lo llaman, sale a la playa, a recibir su refrigerio o tomarse una foto con un atrevido turista.
Ver a Tito siempre causa conmoción, sorpresa y algo de miedo, pero eso no es impedimento para que todos quieran verlo.
En muchos casos, los visitantes no lo encuentran, porque suele desaparecer por varios días, buscando comida y visitando a su esposa que vive en otra playa, a quien cariñosamente la llamamos “Tita”. Es mucho más joven que Tito, sin embargo, las hembras de esta especie suelen ser más grandes que los machos.
Muchas veces Tito regresa muy golpeado, debido a peleas territoriales o disputando su pareja con otros machos juveniles. Tito ha sido víctima de los anzuelos de los pescadores, pero se da el lujo de contar con un médico privado, la Doctora Cocodrilo bióloga y especialista en cocodrilos en Panamá, quien dedica su vida al estudio, comprensión y protección de estos hermosos reptiles.
La buena noticia, es que a Tita también le gusta ser top model, igual que Tito, y se deja fotografiar por cualquiera que se atreva a acercarse a ella. ¿Qué tan cerca estarías de una chica con una hermosa sonrisa?
La biodiversidad de Coiba es un gran atractivo tanto para los científicos como para los viajeros, amantes de la naturaleza. No cabe duda de que Tito es una celebridad en el parque, tomarse una foto con él o su esposa no tiene precio y seguramente será uno de tus recuerdos más preciados de tu visita a Isla Coiba.
Tito, La Historia sin Contar
Muchas personas no saben que Tito no nació en Coiba, casi recién nacido fue capturado a orillas de un río y llevado a la comunidad de Pixvae, donde permaneció como mascota de una familia, por su puesto, pasaba mucho tiempo enjaulado.
Posiblemente, cuando tenía cerca de dos años, los vecinos alarmados por el crecimiento del animal pusieron la queja a las autoridades.
Los Guardaparques de Coiba fueron enviados a rescatarlo, estos lo trasladaron a la estación de Playa Gambute, o la 12 como se le conoce, en Isla Coiba.
“Lo irónico es que Tito encontró la libertad dentro de la prisión más temida de Panamá”
Ya para ese tiempo media poco más de 60 cm, fue colocado debajo del puente, el que lleva a los actuales baños públicos y las cabañas. De inmediato se convirtió en consentido de todos, el cocinero de la prisión, el señor Javier Castillo, al ver que no sabía como conseguir su comida, lo alimentaba diariamente y fue el que le puso su nombre “Tito”.
¿Te atreves a nadar con un cocodrilo?
Cuando llegaba la hora de la comida, lo llamaba por su nombre y este salía para recibir la cena.
Su relación era tan estrecha que incluso nadaban en la playa y se divertían juntos, como cualquier cachorro que puedas llevar a un día de paseo.
Cuando los pescadores se acercaban a la playa en sus botes, Tito los esperaba para saludarlos y como recompensa le regalaban unos pescados.
Mucho tiempo después, el cocinero fue trasladado y Tito perdió a un gran amigo, poco a poco se alejó de la estación de los guarda parques.
Pasaron algunos meses y el señor Javier Castillo regresó al parque, al ver que su amigo no estaba comenzó a llamarlo, Tito no respondió a su llamado; Javier no perdió la esperanza y lo llamaba diariamente, hasta que un día Tito escuchó la voz de su cuidador y regresó a saludarlo.
Para el asombro de Javier, Tito había crecido y ganado su espacio en el parque, desde ese entonces Tito se apoderó de la playa detrás de la estación, donde siguió siendo el centro de atención del lugar y recibía los cuidados de sus amigos.
Las películas los convierten en seres aterradores e incomprendidos, posiblemente su apariencia no nos permita ver que son seres vivos, que tienen sentimientos, y pueden llegar a crear lazos de afecto con los que le dan amor, como los hacen perros, los caballos y muchos más.
Agradecimientos especiales a Francis Pérez y Andis Batista, por colaborar con nosotros.